miércoles, 13 de octubre de 2010

Reunion del Consejo Universitario del 06/10/2010: Acoso presupuestario a las Universidades

Fue informado el Consejo Universitario de la intimación del Ministerio de Educación Universitaria, realizada el lunes 4 por la mañana, para que nuestra institución se sometiera a la cuota presupuestaria asignada arbitrariamente por el Ejecutivo, llenando con apenas 24 horas de aviso, las partidas correspondientes en los formatos que, para tal fin, se abrieron en la página de la OPSU. Es decir, se pretendió pasar por encima la obligación del Consejo Universitario de discutir y aprobar el presupuesto, conforme al numeral 4º del artículo 26 de la Ley de Universidades vigente, así como de las atribuciones del CNU de proponerle al Poder Legislativo el presupuesto a considerar, de acuerdo a su artículo 20.
Este empeño en violar los procedimientos de ley se entiende mejor cuando se examina el monto del presupuesto al que ese Ministerio pretende imponernos.
El anteproyecto de presupuesto formulado por la propia UCV, siguiendo la metodología del Gobierno, estableció un monto total de BsF. 2.903.982.753, de los cuales BsF. 2.797.754.137 debía aportarlo el Ejecutivo como cuota presupuestaria. Cabe recordar que esta estimación obedece a un proceso riguroso de consulta y formulación presupuestaria desde las Escuelas y Dependencias, que reflejan los proyectos que debe desarrollar la UCV en el cumplimiento de su misión. No son cifras “sacadas del aire”. Frente a estas necesidades reales, el Ministerio pretende que nos ajustemos a un tope de Bs. 1.364.056.276, de los cuales el Ejecutivo aportaría Bs. 1.257.827.660, ¡Menos de la mitad de lo requerido! A esto debe agregársele todas las insuficiencias que venimos arrastrando con el presupuesto de este año y que se manifiestan en pago incompleto de sueldos y bonos, incumplimiento de compromisos laborales con los gremios (p.ej., seguro básico de empleados), ausencia de partidas para reposición de cargos, miserables becas al estudiantado, insuficiente presupuesto del comedor, para el funcionamiento de los EUs, negativa a negociar ajuste salarial por Normas de Homologación, etc., etc. Sucede, entonces, que el ministro anti-universitario pretende que nos sometamos a un presupuesto que es, en términos reales (ajustando por la inflación), menor al presupuesto que nos lleva actualmente por la calle de la amargura.
Peor aun, el proyecto presupuestario del Ejecutivo es presentado como una colcha de retazos, diferenciándose el primer semestre –presupuestado con sueldo 2008- del 2º semestre, estimado según sueldo 2007 y con una serie de insuficiencias que “deberían” cubrirse con créditos adicionales. La misma cantaleta con que nos indujeron a aprobar, aunque fuese bajo protesta, el exiguo presupuesto para este año. ¡Todavía estamos esperando estos a créditos adicionales! Semejante piratería no se había visto nunca antes en esta materia.

Como era de esperar, los decanos, uno tras otro, fueron coincidiendo en que la Universidad simplemente no puede funcionar con un presupuesto así. Ya tenemos muestras en el horario a medio tiempo asumido por los empleados en protesta por los pagos incompletos, así como la desmoralización progresiva de profesores de bajo escalafón por su miserable remuneración, todo lo cual amenaza el sostenimiento de las actividades académicas que son la razón de ser de nuestra institución.
En este contexto, el Consejo Universitario acordó rechazar la cuota asignada y volver a remitirle al Ejecutivo el anteproyecto formulado. La amenaza de que nos impondrían un presupuesto reconducido –el mismo de este año- no tiene mucho “punch” pues eso es efectivamente a lo que se reduce la cuota asignada.
La posición asumida por el CU es acompañada por decisiones similares tomadas por parte de los órganos directivos de la USB, LUZ y UC. Otras universidades aprobaron su cuota bajo protesta pero se sumarían a las acciones orientadas a lograr un trato más justo. Queda entender que la imperiosa necesidad de articular una estrategia de movilización, sensibilización de la opinión pública, llamados al ministro y a la Asamblea Nacional, para evitar que siga este proceso de destrucción de las universidades autónomas. En la Sociedad del Conocimiento de hoy, acabar con la excelencia académica es un crimen, pues condena irremediablemente al país al atraso. ¿Pero qué se puede esperar de pensamientos oscurantistas que nos quieren retrotraer al siglo XIX? Lamentablemente, la universidad crítica, autónoma y democrática, garante de pluralidad y del respeto por las opiniones del otro, no puede ser bien vista por la autocracia.
El jueves 14 de octubre está convocada una gran marcha universitaria en petición de un trato justo a las universidades en materia presupuestaria. ¡Profesor, incorpórate, no le falles a tu universidad, no le faltes al país!

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