La
historia de la Medicina y de la
Educación Médica en Venezuela es una historia de compromiso, dedicación,
calidad y logros. Los estudios médicos se iniciaron en el país en el
año 1763 es decir hace 251 años, de la mano del Dr. Lorenzo Campins y
Ballester. Posteriormente,
el Doctor José María Vargas, primer Rector de la Universidad Central de
Venezuela,
se dedicó a trabajar en las reformas necesarias para elevar el carácter
científico
y la actualización de los estudios médicos, creando nuevas Cátedras,
laboratorios y prácticas clínicas como herramientas fundamentales para
el
aprendizaje y el servicio a los pacientes y las comunidades más
necesitadas. Desde
entonces, personajes como José Gregorio Hernández, Luis Razetti, Pablo
Acosta
Ortiz y tantos otros que ejercieron la medicina comprometidos con el
conocimiento y el estudio permanente, además de una absoluta dedicación y
entrega a los pacientes, marcaron el camino de éxito que las
siguientes generaciones no han dejado de transitar.
Los médicos venezolanos, desde Vargas
hasta nuestros días, han contribuido con el avance de la ciencia, generando
conocimiento, descubriendo nuevas enfermedades y nuevas técnicas o
procedimientos médicos y quirúrgicos, controlando epidemias y garantizando la
salud de las comunidades a su cargo. Enfermedades como el Chagas, Paludismo,
Tuberculosis y Lepra se rindieron ante los esfuerzos de los Doctores José
Francisco Torrealba, Arnaldo Gabaldón, José Ignacio Baldó y Jacinto Convit
respectivamente.
La calidad de los médicos egresados de las ocho Universidades
Venezolanas: Central de Venezuela, Los Andes, Zulia, Oriente, Carabobo,
Centro-Occidental Lisandro Alvarado, Francisco de Miranda y Rómulo Gallegos,
que ofrecen la carrera de Medicina, es reconocida
nacional e internacionalmente. Egresan de ellas aproximadamente 3.000 médicos
cada año, quienes se incorporan al ejercicio de la medicina en ambientes tanto
rurales como urbanos de nuestro país con gran competencia y calidad científica
y humana. El mejor reconocimiento que reciben diariamente por ello proviene de
los pacientes, y es nuestro máximo compromiso y satisfacción continuar
atendiéndolos .
Las Universidades Nacionales son una
muestra de la mejora continua en la educación médica. Allí se ofrecen en la actualidad 351
Cursos de Especialización, Maestría y Doctorados; solo en la UCV
existen 171 cursos de Postgrado .
En estos centros de estudios los docentes, estudiantes e investigadores están
dedicados a la docencia, asistencia y la investigación y nadie como ellos
conocen las condiciones de salud de los venezolanos y los factores que la afectan,
pues enfrentan cada dia sus problemas y se plantean con rigor científico el
estudio de los factores sociales, culturales y biológicos que afectan la salud,
como única manera de aportar soluciones a la crisis estructural que desde hace
años padece este sector.
Los profesionales egresados de nuestras
aulas cuentan con reconocimiento nacional e internacional; y con pertinencia
social y científica, dedicados al estudio y control de las enfermedades que con
más frecuencia afectan a la población como son: hipertensión arterial,
diabetes, cardiopatía isquémica, asma, infecciones como SIDA, dengue, malaria,
chagas, parasitosis intestinales y otros problemas que afectan la salud
del venezolano: malnutrición, embarazo en adolescentes, y también al control y
prevención de las enfermedades en la población sana.
La Universidad Central de Venezuela, se
siente orgullosa del médico que egresa de sus aulas y hospitales, sin que por ello dejemos de estar
comprometidos con las reformas necesarias para mantener la pertinencia social,
el sentido ético y el nivel científico que exige el ejercicio calificado de
esta insigne profesión.
Sus palabras describen a nuestros
egresados como inexpertos e incompetentes, lo cual solo puede ser explicado por
un profundo desconocimiento o es el producto de una deliberada acción orientada a
provocar el desaliento entre los médicos, investigadores y docentes, instaurar
la mediocridad en el ejercicio de la medicina y estimular una mayor migración
de profesionales de la salud altamente calificados.
Si la intención fuera esta última, seria
una gran traición al pueblo venezolano, pues privaría a los ciudadanos de sus
aliados naturales en el momento de la enfermedad y los entregaría al cuidado de
extranjeros que nunca tendrán la dedicación, interés ni competencias técnicas y
científicas para atender a nuestros compatriotas, como si lo pueden hacer nuestros
egresados.
Ciudadano Ministro, con sus declaraciones
ha ocasionado un grave daño a los venezolanos, sobre todo a los más humildes y
necesitados, sembrando en ellos la desconfianza y dejándolos en el desamparo,
lo cual solo llevará a agravar aún más la crítica situación de La Salud en
Venezuela cuya responsabilidad no recae, por cierto, en los médicos, sino en las
políticas de salud del país.
En Ciudad Universitaria de Caracas, a los
quince (15) días del mes de enero del año dos mil catorce (2014).
Doctor Emigdio Balda
Decano de la Facultad de Medicina
Documento a la altura de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela
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